Ahora nosotros
Mi historia es tu historia.
Mi historia es tu historia.
Podría decirte que si estoy aquí es porque desde que fui adolescente quise ayudar a otros adolescentes.
Porque fui mediador en el instituto.
Porque formé y lideré equipos de alumnos y profesores mediadores en decenas de institutos.
Porque toda mi formación universitaria se enfocó en la educación.
O porque fundé la AME (Asociación de Mediación Educativa) y después comprendí que si quería llegar a muchas más personas tenía que montar mi propia empresa.
Y no te mentiría. Porque todo eso es cierto.
Pero no te estaría diciendo la verdad.
La verdad es que estoy aquí por lo mismo que tú:
Estoy aquí por mi familia.
Cuando mi hermano era adolescente, enfermó. Desarrolló esquizofrenia por el consumo de THC.
Y aunque mis padres hicieron lo mejor que supieron, la situación los desbordó.
Y yo me convertí —a la fuerza— en ese hijo sonriente que crece creyendo que no hay espacio para sus problemas. Así que para qué mostrarlos.
Años después entendí algo que me atravesó por dentro:
si mis padres hubieran tenido acompañamiento, herramientas, un método claro…
No solo habrían sabido gestionar mejor la enfermedad de mi hermano.
Habrían sufrido menos y habríamos salido todos más fuertes. Más unidos.Más en familia.
Esa herida se convirtió en motor.
Y el trabajo que hacía mi padre con adolescentes me mostró el camino.
Porque desde mis 6 años de niño rubio con ojos azules y la sonrisa siempre puesta, viví muy de cerca su trabajo. Él era el responsable de toda la juventud de Valencia, moviendo a más de 3000 jóvenes durante un solo verano.
Y ahí estaba yo, infiltrado en campamentos, centros de juventud, colonias urbanas... viendo cómo ayudaba e inspiraba a todos sus monitores desde una calma que siempre he admirado.

Fueron su presencia, pasión y servicio los que me llevaron a donde estoy ahora.
Hoy él ya no está, pero su legado sigue vivo en mí.
Y esto ya no es solo un trabajo.

Es mi forma de continuar lo que él empezó.
Con una diferencia:
Ahora no solo formo a profesionales.
No solo inspiro a jóvenes.
Ahora ayudo desde la raíz, formando a sus padres a reconectar con ellos.
A sanar. A tomar el timón.
Y a liderar el cambio desde casa.
Así nace familias estelares.
Después de años formando a adolescentes, docentes y profesionales, entendí algo clave: el verdadero cambio no empieza en los jóvenes ni en las aulas. Empieza en casa.
Es ahí donde se rompe o se repara el vínculo.
Ahí es donde los padres pueden marcar la diferencia.
Por eso, con la ayuda de profesionales de diferentes disciplinas como la neurociencia, la psicología y la filosofía, decidí investigar y crear un método que guiase a los padres con claridad y practicidad.
Y el mérito de su éxito no es mío.
Yo no cambio nada.
El mérito es el de las familias que lo aplican.
Yo soy solo el portavoz y el observador que disfruta al ver este movimiento de familias que se ayudan y se inspiran las unas a las otras y cada vez se hace más grande.
Porque otra forma de vivir esta etapa sí es posible. Y tú estás a punto de descubrirlo.
Hoy somos un equipo.
Un equipo cohesionado.
Con visión. Con vocación. Con impacto.
Profesionales de distintos ámbitos que remamos en la misma dirección.

Y no solo eso.
Más de 40 profesionales ya se han formado en nuestra metodología para acompañar a las familias a aplicar el método.
Un Método que da claridad
Con profesionales que dan seguridad.
Y lo mejor: familias que inspiran y demuestran que sí se puede y que está al alcance de cualquiera que no se conforme.
Eso es lo que da sentido a todo.
